martes, 16 de enero de 2024

La curiosidad mató al gato...


Alberto no podía apartar los ojos del arma que lo apuntaba. Tampoco podía hablar. Estaba realmente asustado. En ese momento recordó...
Alberto era un importante empresario italiano independiente que tenia un gran papel dentro de su ciudad natal, Nápoles. Esto llamaba la atención de los grandes capos de la mafia, por lo que ya lo tenían fichado en caso de que hiciese algo que los provocase. Un día, Alberto recibió una carta escrita con pedazos arrancados de periódico. La carta leía lo siguiente:


“Hola señor, hemos visto que eres bastante importante y que tu palabra puede tener un importante impacto dentro del colectivo de Nápoles. Esperamos que no uses dicha influencia para perjudicarnos. Atte: Passione”.

Alberto en un principio no entendía lo que estaba viendo, aunque el nombre Passione le resultaba familiar, de un pasado lejano. Él venía de una familia de bajos recursos y trabajaba en las calles para poder comer.  De repente, su padre trajo mucho dinero a casa, unas 232 mil liras italianas, lo que al cambio serian 120€. La familia era feliz y su padre cada vez traía más y más dinero a casa hasta que un día apareció muerto en la Plaza del Plebiscito. Fue entonces cuando Alberto se enteró de que su padre era parte de la mafia italiana conocida como Passione.

Todo ese dinero que los había posicionado en una buena situación económica era dinero sucio, conseguido a base de asesinatos, extorsiones, trafico de drogas y de más actividades ilegales. Cuando vio el cuerpo de su padre también notó que llevaba una nota de suicidio en el bolsillo de la chaqueta. Alberto no podía creer que la nota fuese verdad, ni siquiera tenía la letra de su padre, pero ¿Si no fue su padre, entonces quien fue?. Aquella pregunta lo persiguió por muchos años, pero al no poder hacer nada terminó olvidándola.

De vuelta en su casa, Alberto decidió que era momento de intentar investigar quién
fue realmente su padre y cuál fue la razón de su asesinato, por lo que se dispuso a entrar en  Passione y averiguarlo desde adentro. Consiguió un carnet falso para que no se sospechase  de él por lo que cambió su nombre a Cesar.

Comenzó su búsqueda por los barrios bajos de Nápoles, preguntando a cualquier
individuo que pudiese ser parte de la organización hasta que dio con el indicado, un traficante que estaba intentando vender su mercancía, Alberto se acercó e inmediatamente le preguntó:

-¿Eres parte de Passione?

El vendedor se asustó en un principio, temía que fuese un policía en cubierto y negó en todo
momento hasta que Alberto dijo:

-¿Sabes donde puedo unirme a la mafia?
-Pensaba que eras un policía que intentaba delatarme, pero si tienes ganas de entrar entonces 
sígueme.

Acompañó al extraño sujeto hasta un edifico en condiciones desastrosas y fue entonces cuando le presentaron al capo del grupo, un extraño sujeto de alta estatura con un pelo negro teñido y una vestimenta extravagante con muchos botones por todas partes. El capo se hacía llamar Bruno y aceptó que Alberto entrase en su grupo. Sin perder tiempo comenzó a preguntar por su padre, pero nadie parecía conocerlo. Todos eran muy jóvenes y desconfiaban bastante de él. Entonces Alberto fue a preguntarle a Bruno:

-¿Sabes algo de un hombre llamado Leonardo? Fue un antiguo miembro del grupo criminal y misteriosamente desapareció. Era un cercano amigo de mi padre y el que me llevó a intentar unirme.
-Me suena ese nombre, recuerdo haber estado en su mismo grupo cuando empecé, era muy 
noble y estaba en contra de todo lo que nos mandaban a hacer desde arriba, el solo lo hacía por su familia.

Alberto se quedó aliviado al escuchar esto, empezaba a creer que su padre era otro mafioso 
más, pero se alegro al saber que no. Al haber completado su objetivo, el no tenia intenciones de continuar en el grupo criminal e intentó escabullirse varias veces, llamando la ateción de Bruno:

-¿A donde crees que vas?
-Intento irme a casa.
-No te lo vamos a permitir, si te vas, nada nos asegura que no vas a delatar nuestra posición.
-No lo haré, no tengo nada contra ustedes.
-Lo lamento Cesar, te llevaremos con el jefe.

Alberto empezó a temer por su vida, estaba a punto de conocer al jefe de todo passione, Su corazón empezó a acelerarse mientras más se acercaba el momento de conocerlo, ese día sería decisivo. Unos metros antes de llegar lo noquearon y cuando despertó Alberto no podía apartar los ojos del arma que lo apuntaba. Tampoco podía hablar. Estaba realmente asustado. Podía ver su vida pasar frente a sus ojos, cada momento, cada decisión, todo lo llevo a ese lugar. Entonces escuchó una voz desde las sombras:

-Miren nada más, es Alberto ¿Te llegó nuestra carta?
-¿Quién eres? ¡Por favor no me mates!
-Jajajajaja, tranquilo, aun no te vamos a matar, queremos saber ¿que buscas dentro de passione?
-Buscaba saber que le ocurrio a mi padre años atrás
-¿Quien fue tu padre?
-Leonardo, formo parte de passione hace muchos años
-Me acuerdo de él, lo mandé a matar por su incompetencia, al igual que tu el intentó escapar y yo no podía arriesgarme a que se desmorone todo por su culpa. Así que tu sufrirás el mismo destino.

Lo último que pudo escuchar Alberto fue el sonido de la pistola disparando directamente a su cabeza.

                                                                        Matteo Granjel Inguanzo 4ºE

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